Educacion. Hablando del PAI
Vecino. Informacion.

El pasado 7 de julio, Diario de Noticias de Navarra publicó un revelador reportaje acerca de la enseñanza bilingüe (idioma extranjero, inglés sobre todo) en nuestra comunidad. Antes de hincar el diente en lo que se infiere del citado reportaje, pongámonos en contexto. El Programa de Aprendizaje de Idiomas (PAI) se implantó en Navarra el curso 2011-2012 y, según el Consejero de Educación de entonces, José Iribas, trataba de “garantizar la educación plurilingüe y que esta no dependiera del nivel de renta o lugar de residencia del alumnado”. Loable propósito. ¡Lástima que el subconsciente le jugara una mala pasada a la entonces presidenta Yolanda Barcina y, desvelando las verdaderas razones, declarara que la implantación del PAI “había logrado frenar la extensión de la enseñanza en euskera o del euskera que cada vez se demandaba más a través del Parlamento Foral”. Vemos, pues, que el asunto respondía más a una maniobra política que a una verdadera voluntad educativa. Y así fue como el PAI se implantó sin programa ni profesorado adecuadamente preparado ni otro tipo de previsión o provisión. ¿Y en Villafranca? Pues más de lo mismo. Se implantó desde el despacho de Alcaldía y en contra del criterio unánime del Claustro de profesores, sin que el Consejo Escolar pudiera decir “esta boca es mía”. Vemos de nuevo como el interés político se impuso al criterio pedagógico. Conviene saber, además, que la mayor parte de los colegios PAI entraron en el programa por imposición de la Consejería de Educación. En los centros, la matrícula PAI es obligatoria y la pretensión para abandonarlo es un auténtica carrera de obstáculos, como lo evidenció el colegio de Castejón, aunque pudo lograr su propósito de abandonar el programa. Conviene saber que abandonar el PAI no conlleva abandonar la enseñanza del inglés. Es materia obligatoria y tiene cabida diaria en el horario escolar. Cada vez se oyen más voces de profesionales que alzan su voz para señalar el fracaso educativo que el PAI supone, pues, a cambio de una pequeña mejoría en inglés, se evidencia un fuerte retroceso en las materias que se imparten en dicho idioma. Y un dato curioso que cita Diario de Noticias: un 68’30% del alumnado de Educación Primaria estudia en modelos PAI (recordemos que obligatoriamente), mientras que en Secundaria el porcentaje se reduce hasta el 30%. ¿Qué podemos pensar a la vista de esta disparidad? ¿Será que nuestras autoridades educativas son conscientes de las deficiencias que conlleva el PAI, aunque se lo callen, y por tanto no lo exigen con tanta firmeza en los cursos superiores de la enseñanza obligatoria? Si fuera tan bueno en Primaria, debería serlo también en Secundaria. ¿No creen? Observadora