LA CRUZ DEL CEMENTERIO

Vecino. Informacion.

LA CRUZ DEL CEMENTERIO

Para quienes no lo sepan o lo hayan olvidado es bueno recordar que el cementerio es de propiedad municipal. No es de la Iglesia, ni de la parroquia. Es terreno situado en una ubicación de titularidad pública. Por ser del Municipio no tiene ninguna obligación de ostentar en su entrada, en la parte superior de la tapia, una Cruz de carácter católico y debajo una leyenda copiada del evangelio de san Juan: “Yo soy la Resurrección…”.

Estamos olvidando que los edificios e instituciones que son de titularidad pública deben respetar ese carácter aconfesional que marca la Constitución, porque, en el caso del cementerio, es no solo el modo de respetar esa pluralidad confesional de los vivos como de los muertos, también, la de los contribuyentes que no creen en ninguna religión, y la titularidad pública del cementerio.

Piensen. Nadie, con ese sentido tan particular que tiene de su propiedad, permitiría que en un territorio suyo alguien le plantara un cartel contrario a sus principios políticos, religiosos, sexuales o vegetarianos.

Todos los edificios que son de titularidad pública están sometido a esa neutralidad. Sobran, por tanto, aquellos símbolos religiosos que limitan o restringen ese talante. En el asunto de las banderas ley es muy explícita con ciertas banderas -y el ayuntamiento es muy exigente cuando quiere-, pero, al parecer no lo es con símbolos religiosos, a pesar de que estamos en un Estado aconfesional.

Por no ser el cementerio un cementerio católico sobra esa Cruz de la entrada. El Ayuntamiento es una institución del Estado y este es aconfesional. Si el ayuntamiento es coherente con ese principio, no puede ni debe tirar piedras contra su propio tejado, a no ser que sea un imbécil, políticamente hablando, y renuncie a su obligación institucional, qu es la de representar al Estado aconfesional del que forma parte. Y decimos al Estado, que no al Gobierno de Sánchez. El cementerio como edificio se sostiene con nuestros impuestos, crean o no en Dios o en la Nada celestial. Colocar un Cruz en lo más alto del cementerio, pretendiendo decir con ello que el espacio cementerio es católico, atenta contra ese principio económico de sostenimiento del contribuyente.

Con ello, no se niega ni se menoscaba la fe de los creyentes que creen en el más allá. Es decir, los familiares de los muertos puedan colocar en las tumbas de estos lo que consideren oportuno de acuerdo con sus creencias o no creencias religiosas. Porque las tumbas o los nichos son de su propiedad o de arrendamiento, y en ellas se muestran las creencias de sus titulares. Pero no lo es el terreno del cementerio en su totalidad, el continente, que es de todos, creyentes o no. Y lo que es de todos no puede autotitularse propiedad religiosa de uno. Ya pasó el tiempo en que había un cementerio católico y otro civil. Hoy solamente hay un cementerio: el cementerio civil, pero, al parecer, el Ayuntamiento no ha enterado.

El cementerio es terreno neutral. Cada cual que haga en su tumba lo que más oportuno considere en función de sus sentimientos, sean religiosos, confesionales, agnósticos o ateos, pero recuerde que el cementerio como continente es un cementerio civil, neutral, aséptico en materia religiosa.

Lombriz de tierra