Un signo de la cruz

Cristiano contrariado. Opinion.

Un signo de la cruz

Quien esto escribe es creyente. Católico, apostólico y romano. Veo en la cruz un signo clave en mi fe de católico. Pero no me gusta ver la cruz fuera de mi casa o de la Iglesia. En particular, no me gusta alardear de mi fe mediante signos externos o símbolos religiosos. Si todos los creyentes del pueblo lo hiciéramos, volveríamos a las cruzadas. Es mejor para todos que cada uno viva su particular religión sin llamar la atención. Colocar una imitación de la Cruz de Carava -la original está en Caravaca de la Cruz (Murcia)-, a pesar del respeto que tengo a este símbolo religioso, me parece un gesto tan feo, tan impropio de su función, que el Ayuntamiento debería retirarlo de inmediato. Pienso que ha sido una pésima decisión donde han pesado más las creencias religiosas que el bien público, que es plural y diverso. Los ciudadanos no podemos estar sometidos a los gustos y creencias religiosas que tengan los regidores del Ayuntamiento. Imaginen el día en que a los ediles les dé por llenar calles y plazas de símbolos que solo sean fruto de sus obsesiones religiosas, estéticas, alcohólicas, deportivas, literarias. En este sentido, preguntaría: ¿acaso los musulmanes no tienen derecho a reivindicar su cruz particular, dada la existencia de creyentes que hay en el pueblo? ¿Y los testigos de Jehová? ¿Y los ateos? O se respeta a todos, o no se respeta a nadie. Cristiano contrariado