Lo que nos bebemos.

En el agua del pozo de la Veracruz hay bastantes nitratos, sulfatos, cloruros, y en menor cantidad, nitritos, metales pesados y algún que otro fitosanitario, en cuanto a los fosfatos el límite parece estar en 0,5 mg/L y en los análisis de la CHE marca <2,5 mg/L, por lo que también se excede.

El problema es que el agua del pozo de la Veracruz está entrando en los estómagos villafranqueses de manera bastante más frecuente de lo que nos imaginamos, y además, sin pasar por ningún tipo de filtro adecuado para eliminar esos contaminantes, que aunque se mezcle con agua menos contaminada, muchos de esos compuestos son bioacumulativos.

Durante el tiempo en que duran las contaminaciónes del agua de boca, el control de nitratos en el agua dan unos resultados muy preocupantes para la población. En ocasiones se ha llegado a pasar el máximo permitido por la ley y, en muchas de ellas, el recomendado. Es evidente que el agua del pozo de Veracruz entra en nuestras casas con más frecuencia de la que imaginamos. Un pozo del que se viene advirtiendo desde tiempos pasados que está contaminado por nitratos y otras sustancias nocivas para la salud.

El agua del pozo de Vera Cruz no se debería emplear para suministrar agua a Villafranca, pues los análisis de la CHE -Confederación hidrográfica del Ebro-, llevan años recomendando su no consumo.